Recordar las virtudes teologales y cardinales viene bien. Y de paso los dones y frutos, que son menos conocidos. Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo, como primicias de la gloria eterna. Son un pequeño aperitivo. Doy algunas definiciones y observaciones.
Caridad: Amor a Dios, a todo, y al prójimo como a uno mismo.
Templanza: Moderación. No dejarse arrastrar por las pasiones, por todo aquello que nos gusta.
Entendimiento: Inteligencia.
Ciencia: Los antiguos cristianos consideraban la ciencia un don del Espíritu Santo. Bueno es saberlo.
Longanimidad: Grandeza y constancia de ánimo en las adversidades.
Mansedumbre: Condición de manso.
Continencia: Moderación de las pasiones o sentimientos.
Valencia, 10 de enero, 2016. Fdo. E. Master en mediación familiar.
como un rebaño de c…….
Hazte un favor y déjalo.
No hagas el ridículo, Quique.
Así mismo le decían los fariseos en su tiempo al gran Jesus apodado el Cristo a lo que él respondió no deis lo santo a los perros ahora ve y rasga tus vestidos hipócrita, porque no hay nada más bello que las virtudes ya que son estas las que nos ayudan a perfeccionar día a día nuestro ser natural que es sensual, carnal y diabólica y si tienes la estupidez de responderme solo te diré cómo diría el gran Cervantes, deja que los perros ladren
Excelente tema, Gracias por compartir esta info tan valiosa!! Dios te bendiga!